El proceso industrial más habitual se realiza de la manera siguiente:
Se procede al desengrasado de los perfiles mediante inmersión en un baño con productos medianamente alcalinos.
El aclarado se realiza con agua desmineralizada para eliminar los posibles sobrantes.
El decapado se lleva a cabo con productos fuertemente alcalinos para obtener una superficie más uniforme del aluminio.
Se realiza con agua desmineralizada y desionizada, y posterior secado en horno para que los perfiles lleguen secos a la cabina de pintura.
En la cabina de pintura se pulverizan los perfiles con polvo de resina de poliéster. Al abandonar el polvo las pistolas de proyección, las partículas pulverizadas se cargan eléctricamente por acción de un campo eléctrico positivo. Dado que los perfiles de Aluminio están conectados a tierra con un potencial negativo, el polvo es atraído y se deposita sobre las superficies de los perfiles.
Se lleva a horno de polimerización. Una vez aplicado el polvo sobre los perfiles, éstos van al horno donde se realiza el termoendurecimiento de la resina alcanzando una temperatura de 200º C. El recorrido de los perfiles por el interior del horno dura aproximadamente 30 minutos. Este tratamiento térmico produce la fusión de las partículas de polvo proporcionando una película protectora uniforme. Los espesores de capa obtenidos son, por lo general, muy uniformes, con valores entre 60 y 80 micras.